La cordillera Cantábrica, ubicada en el norte de la península ibérica, es un sistema montañoso que se extiende a lo largo de aproximadamente 480 kilómetros en dirección oeste-este. Esta cadena montañosa, la más occidental de Europa, alberga una gran diversidad de flora y fauna debido a su variado clima y geología.
Características geológicas
La cordillera Cantábrica se compone de dos sectores geológicos distintos. En el sector occidental se encuentra el macizo Astur-leonés, formado durante la orogenia herciniana, mientras que en el sector oriental se extiende la cordillera propiamente dicha, formada durante la orogenia alpina.
La geología de la cordillera Cantábrica es compleja, con una gran variedad de rocas sedimentarias del Paleozoico y Mesozoico. A medida que nos desplazamos hacia el este, las montañas se vuelven más jóvenes y presentan una morfología más alpina. La erosión ha desgastado más las montañas del oeste, mientras que las del este conservan formas más afiladas y espectaculares.
Flora de la cordillera Cantábrica
La flora de la cordillera Cantábrica es muy diversa debido a la variedad de climas y suelos presentes en la región. Los bosques de la cordillera están dominados por especies de árboles caducifolios como el haya (Fagus sylvatica) en las umbrías y el roble (Quercus robur, Quercus petrea y Quercus pyrenaica) en las solanas.
El bosque mixto cantábrico está compuesto por una mezcla de diferentes especies, como el fresno, el arce, el abedul, el tilo y el castaño, entre otros. También se encuentran numerosos arbustos de gran tamaño, como el avellano, el cornejo y el laurel, así como lianas, epífitas, matorrales y hierbas.
En las zonas más altas de la cordillera, por encima de los 1800 metros, la vegetación dominante está formada por abedules, matorrales rastreros y hierbas. Estos pastizales son de gran importancia para el ganado que pasta en la región.
Fauna de la cordillera Cantábrica
La cordillera Cantábrica alberga una gran diversidad de especies animales. Entre los mamíferos más destacados se encuentra el oso pardo cantábrico, cuya población ha aumentado en los últimos años y permite su recuperación en la zona. También se pueden encontrar especies como el rebeco pirenaico, el ciervo, el corzo, el jabalí, el lobo ibérico, la nutria, la marta, el tejón y el puercoespín crestado.
En cuanto a las aves, la cordillera Cantábrica es el hogar de especies como el urogallo y el buitre leonado. Además, se han reintroducido cabras monteses en la zona, lo que ha contribuido a su recuperación y expansión.
Conservación y protección
La cordillera Cantábrica cuenta con diversas áreas protegidas, como parques naturales y reservas de la biosfera, que contribuyen a la conservación de su flora y fauna. Estas áreas protegidas permiten la regulación de actividades humanas que puedan afectar negativamente a los ecosistemas de la cordillera.
La conservación de la flora y fauna de la cordillera Cantábrica es fundamental para garantizar la supervivencia de las especies y mantener la biodiversidad de la región. Además, esta diversidad biológica es un recurso importante para el turismo y la educación ambiental.
La flora y fauna de la cordillera Cantábrica son de gran importancia ecológica y cultural. La variedad de especies vegetales y animales presentes en la región demuestra la riqueza natural de esta cadena montañosa. La conservación de estos ecosistemas es fundamental para garantizar la supervivencia de las especies y mantener la belleza y biodiversidad de la cordillera.