La flora residente y transitoria de las manos se refiere a los microorganismos que se encuentran en la piel de las manos. Estos microorganismos pueden ser beneficiosos o perjudiciales, dependiendo de las circunstancias. En este artículo, exploraremos qué es la flora residente y transitoria de las manos, los tipos de lavado de manos y las recomendaciones para mantener una buena higiene de manos.
Cuál es la flora residente en las manos
La flora residente, también conocida como colonizante, se compone de microorganismos que se encuentran de manera habitual en la piel. Estos microorganismos no se eliminan fácilmente mediante fricción mecánica. Algunos de los microorganismos más comunes que forman parte de la flora residente de las manos son las bacterias del género Staphylococcus y los hongos del género Candida.
La presencia de flora residente en las manos no es necesariamente perjudicial. De hecho, estos microorganismos pueden ser beneficiosos, ya que compiten con los patógenos potenciales y ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota de la piel. Sin embargo, en ciertas circunstancias, la flora residente puede convertirse en un riesgo para la salud, especialmente si se produce una alteración en la integridad de la piel.
Cuál es la flora transitoria en las manos
La flora transitoria, también conocida como contaminante o no colonizante, son microorganismos que no se encuentran habitualmente en la piel. Estos microorganismos pueden contaminar la piel a través del contacto con superficies o personas infectadas. La importancia de la flora transitoria radica en su facilidad de transmisión, ya que son los responsables de la mayoría de las infecciones nosocomiales.
Los microorganismos de la flora transitoria pueden incluir bacterias, virus y hongos. Algunos ejemplos de microorganismos transitorios comunes son el virus de la gripe, las bacterias del género Escherichia coli y los hongos del género Aspergillus.
Tipos de lavado de manos
Existen diferentes tipos de lavado de manos, cada uno con un objetivo específico. A continuación, se describen tres tipos de lavado de manos comunes:
Lavado de rutina higiénico
El objetivo de este tipo de lavado de manos es eliminar la suciedad, materia orgánica y flora transitoria de las manos. Se realiza utilizando jabón líquido ordinario y agua corriente. La técnica consiste en frotar las manos durante al menos 10 segundos, prestando especial atención a las palmas, dorsos, espacios interdigitales y muñecas. Después del lavado, las manos se secan con toallas de papel desechables.
Este tipo de lavado de manos se recomienda antes y después del contacto con cada paciente, entre dos procedimientos en el mismo paciente si hay sospecha de contaminación de las manos, después del contacto con sustancias y fluidos corporales, y después de quitarse los guantes.
Lavado especial o antiséptico
El objetivo de este tipo de lavado de manos es eliminar la suciedad, materia orgánica y parte de la flora transitoria y residente de las manos, además de conseguir cierta actividad microbiana residual. Se utiliza jabón líquido con antiséptico, como solución jabonosa de clorhexidina o povidona yodada. La técnica de lavado es la misma que en el lavado higiénico.
Se recomienda realizar este tipo de lavado de manos antes de realizar procedimientos invasivos, antes y después del contacto con pacientes infectados o colonizados por microorganismos epidemiológicamente importantes, y antes del contacto con pacientes inmunocomprometidos en situaciones de alto riesgo de transmisión.
Lavado quirúrgico
El objetivo de este tipo de lavado de manos es eliminar la flora transitoria y la mayor parte de la flora residente de las manos antes de un procedimiento invasivo que requiere un alto grado de asepsia. Se utiliza jabón líquido con antiséptico, como solución jabonosa de clorhexidina o povidona yodada. La técnica de lavado incluye la limpieza debajo de las uñas con un cepillo desechable y un tiempo de fricción de al menos 2 minutos.
Se recomienda realizar este tipo de lavado de manos antes de una intervención quirúrgica y antes de cualquier maniobra invasiva que requiera un alto grado de asepsia.
Recomendaciones para una buena higiene de manos
Para mantener una buena higiene de manos, se recomienda seguir las siguientes recomendaciones:
- Mantener las uñas cortas y limpias. Las uñas largas son más difíciles de limpiar y aumentan el riesgo de rotura de guantes. No llevar uñas artificiales.
- No usar anillos, relojes ni pulseras. Estos elementos pueden actuar como reservorios de microorganismos y dificultan la limpieza de manos y antebrazos.
- Usar lociones hidratantes y emolientes para proteger la piel después de la actividad laboral. Estos productos pueden aumentar la resistencia de la piel a los gérmenes y disminuir la infección cruzada. Sin embargo, tener en cuenta que algunos antisépticos se inactivan en presencia de ciertos productos.
La flora residente y transitoria de las manos juega un papel importante en la transmisión de enfermedades infecciosas. Mantener una buena higiene de manos, mediante el lavado adecuado, es fundamental para prevenir la propagación de microorganismos y reducir el riesgo de infecciones nosocomiales. Siguiendo las recomendaciones mencionadas anteriormente, podemos asegurar una buena salud y bienestar tanto para nosotros mismos como para los demás.