Las praderas de pastos marinos son ecosistemas dominados por plantas angiospermas sumergidas bajo el agua marina. Estas praderas se encuentran fijadas a diferentes tipos de sustratos como lodo, arena, arcilla e incluso rocas. A nivel mundial, se han identificado 12 géneros de espermatofitas marinas, anteriormente conocidas como fanerógamas, con un total de 49 especies. En México, se han registrado 9 especies pertenecientes a 6 géneros diferentes. Algunas de estas especies incluyen los pastos marinos (Zostera marina, Phyllospadix scouleri, Phyllospadix torreyi), la hierba de tortuga (Thalassia testudinum), los pastos marinos (Halodule wrightii, Halodule beaudettei), la hierba de manatí (Syringodium filiforme), el pasto marino (Halophila decipiens) y el pasto estrella (Halophila engelmanni).
Estas praderas de pastos marinos ofrecen múltiples beneficios al ecosistema marino. Por un lado, aumentan el sustrato disponible para la fijación de organismos de diferentes tipos. Además, reducen el movimiento del agua generado por las corrientes y las olas, creando así condiciones de calma en el interior de las praderas. Las hojas de los pastos también reducen el exceso de iluminación durante el día, protegiendo el fondo marino de la insolación y permitiendo el desarrollo de un microambiente en la base de los pastos. Estas praderas también generan una elevada concentración de oxígeno disuelto debido a la fotosíntesis de los pastos, lo cual atrae a una densa población de organismos. Uno de los roles más importantes de las praderas marinas es el de ser sitio de crianza, refugio y alimentación para muchas especies juveniles de peces e invertebrados. Esta función está estrechamente relacionada con los bosques de manglar y los arrecifes de coral.
Distribución de las praderas marinas
Las praderas de pastos marinos se distribuyen en extensos y densos manchones bajo el agua, los cuales pueden estar formados por una sola especie o por varias especies de pastos. En México, estas praderas se encuentran en estuarios, marismas, lagunas costeras y formas someras de la plataforma continental, preferentemente en aguas poco turbulentas. Cada especie de pasto marino se distribuye en función de sus requerimientos a las condiciones ambientales, como la penetración de la luz solar, la temperatura, la salinidad, el sustrato, el oleaje, las corrientes, la concentración de nutrientes y la disponibilidad de semillas. En el Pacífico mexicano, se encuentran cuatro de las nueve especies de pastos marinos registradas en México, principalmente en las costas de Baja California Sur, Sonora y Sinaloa. En el resto de los estados no se han registrado pastos marinos debido a la reducida plataforma continental y la falta de aguas someras. En el Golfo de México y el Mar Caribe, se encuentran pastos marinos desde Tamaulipas hasta el sistema arrecifal de Yucatán, con cinco de las nueve especies registradas en México.
Estado de conservación de las praderas marinas
Actualmente, alrededor de 16 áreas naturales protegidas en la zona costera de México están destinadas a la conservación de las praderas de pastos marinos. Algunas de estas áreas incluyen el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano y la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas en Veracruz, el Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, el Parque Nacional Arrecifes de Xcalak, la Reserva de la Biósfera Banco Chinchorro y la Reserva de la Biósfera Sian Ka´an en Quintana Roo, la Reserva de la Biósfera Los Petenes en Campeche, la Reserva de la Biósfera Ría Celestún y la Reserva de la Biósfera Ría Lagartos en Yucatán, la Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe en Baja California y la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno y la Reserva de la Biósfera Complejo Lagunar Ojo de Liebre en Baja California Sur.
Flora y fauna de las praderas marinas
Las praderas marinas proporcionan una variedad de microhábitats para muchos organismos, como hidrozoarios, anémonas, protozoarios, esponjas, poliquetos, balanos y una gran variedad de caracoles que viven sobre las hojas y tallos de los pastos. También viven asociados a las raíces y al sustrato las diatomeas, copépodos, nematodos, bivalvos, cangrejos, camarones, pepinos de mar, estrellas de mar y erizos.
Estas praderas marinas son hábitat temporal y permanente de muchas especies, como estrellas de mar, camarones, pepinos de mar, anémonas, cangrejos, erizos y caracoles. Además, forman la base de las redes alimentarias de otros entornos estuarinos y costeros, como los manatíes, las tortugas y los gansos de collar.
Aunque los pastos marinos no son el alimento preferido de muchos animales debido a su constitución fibrosa, son el alimento principal para algunas especies clave como el manatí, el cual se alimenta de las praderas de pastos marinos en el Golfo de México y el Caribe. El ganso de collar, que viaja miles de kilómetros desde Alaska hasta la Laguna de San Ignacio en Baja California Sur, también se alimenta de los pastos marinos y busca refugio en ellos. La tortuga verde también se alimenta principalmente de pastos marinos.
Estas praderas marinas también brindan importantes servicios ambientales. Por un lado, son responsables de la alta productividad de la zona costera, ya que exportan grandes cantidades de organismos con un alto valor comercial. Además, exportan nutrientes a los ecosistemas aledaños. La forma y estructura de este ecosistema también ayuda a proteger la costa de la acción de las olas y a prevenir la erosión costera. En el pasado, las comunidades indígenas utilizaban los pastos marinos como fuente de alimento, para la elaboración de objetos como pelotas y para la construcción de techos. Actualmente, los pastos marinos se utilizan como fertilizantes, rellenos de colchones y en la fabricación de muebles tejidos como el ratán.
Impactos y amenazas a las praderas marinas
Lamentablemente, las praderas de pastos marinos están desapareciendo de las zonas costeras de México debido a una serie de factores que las afectan. La deforestación y el cambio de uso de suelo en las partes altas de las cuencas generan una gran cantidad de materia orgánica y sedimento en suspensión, lo que incrementa la turbidez del agua y reduce el desarrollo de los pastos. La agricultura y la ganadería también generan un exceso de nutrientes, lo que provoca un crecimiento anormal y acelerado de las algas, ahogando así a los pastos y alterando la composición de las praderas. Otras amenazas incluyen el dragado y relleno de material, la pesca de arrastre y los altos niveles de contaminación.
Legislación para la conservación de las praderas marinas
En México, la NOM-022-SEMARNAT (2003) establece las especificaciones para la preservación, conservación y aprovechamiento sustentable de la zona costera y los humedales, así como su restauración. Esta norma busca proteger y conservar los ecosistemas costeros, incluyendo las praderas de pastos marinos.
Consultas habituales sobre las praderas marinas
- ¿Cuáles son las especies de pastos marinos más comunes en México?
- ¿Qué funciones cumplen las praderas de pastos marinos?
- ¿Dónde se encuentran distribuidas las praderas marinas en México?
- ¿Cuáles son las principales amenazas para las praderas marinas?
- ¿Qué medidas se están tomando para conservar las praderas marinas en México?
Las praderas de pastos marinos son ecosistemas marinos muy importantes que brindan múltiples beneficios a la biodiversidad y al entorno costero. Sin embargo, estas praderas están amenazadas por diversos factores, por lo que es crucial tomar medidas para su conservación y restauración. La legislación y la creación de áreas naturales protegidas son pasos importantes en este proceso, pero también se requiere de la participación y concientización de la sociedad para garantizar la preservación de estos ecosistemas tan valiosos.