Si eres amante de la decoración y deseas disfrutar de flores perfectas durante mucho tiempo, las flores preservadas son la opción ideal para ti. Estas flores no solo son duraderas, sino que también son perfectas para conservar recuerdos especiales. Aunque requieren cuidados, no son difíciles de mantener y pueden convertirse en un complemento perenne para tu hogar.
¿Qué son exactamente las flores preservadas?
Tener claro qué son las flores preservadas. Contrario a lo que se pueda pensar, las flores preservadas son flores naturales. Aunque resulte sorprendente debido a su larga duración y a su colorido, estas flores han sido sometidas a un proceso especial de deshidratación y conservación. Durante este proceso, se les ha rellenado con glicerina, un líquido que ayuda a mantener su belleza original. De esta manera, las flores preservadas conservan su aroma, color y forma durante un período de tiempo prolongado.
Es importante no confundir las flores preservadas con las flores secas. Aunque pueden parecer similares, tienen diferencias significativas. Mientras que las flores secas pierden su textura original durante el proceso de secado, las flores preservadas mantienen su textura y aroma. Además, las flores secas no conservan su color de manera tan vibrante como las flores preservadas.
Cuidados de las flores preservadas para alargar su vida
Para disfrutar de las flores preservadas durante el mayor tiempo posible, tener en cuenta algunos cuidados básicos:
- Evitar la luz del sol: Las flores preservadas no deben estar expuestas directamente a la luz del sol, ya que esto puede acelerar su proceso de secado. Es recomendable colocarlas en un lugar alejado de la luz solar directa.
- Mantenerlas en un ambiente seco: La humedad es uno de los enemigos de las flores preservadas, ya que puede provocar su pudrición. Es importante colocarlas en un lugar seco y evitar corrientes de aire o fuentes de calor como radiadores o focos de luz.
- Eliminar el polvo con cuidado: El polvo puede dañar la estructura de pétalos y hojas de las flores preservadas. Se recomienda limpiarlas con un plumero o un paño suave de forma regular.
- No aplastar los pétalos ni flores: Las flores preservadas no tienen la misma elasticidad que las flores frescas, por lo que es importante evitar aplastar sus pétalos o flores, ya que esto puede provocar su rotura.
- No ponerlas en agua: A diferencia de las flores frescas, las flores preservadas no necesitan agua. De hecho, el agua puede hacer que se pudran. Por lo tanto, es importante no sumergirlas en agua ni colocarlas en un jarrón con agua.
Siguiendo estos sencillos cuidados, podrás disfrutar de la belleza de las flores preservadas durante mucho tiempo.
Beneficios de las flores preservadas
Aunque las flores preservadas pueden tener un precio superior al de las flores frescas, a largo plazo resultan más económicas. Esto se debe a que su duración es mucho mayor, pudiendo conservar su belleza durante entre tres y cinco años, dependiendo de la variedad. Además, las flores preservadas son ideales para aquellos que no tienen mucho tiempo para cuidar y renovar flores frescas constantemente.
Las flores preservadas son perfectas para decorar cualquier espacio de tu hogar. Puedes utilizarlas en centros de mesa, jarrones, coronas o incluso en cestas. Además, su durabilidad las convierte en una opción ideal para eventos especiales como bodas o fiestas.
Cómo se hacen las flores preservadas
El proceso de creación de las flores preservadas es bastante complejo y requiere de conocimientos especializados. Las flores naturales se cosechan en su punto de mayor esplendor y se someten a un tratamiento de deshidratación progresiva. Durante este proceso, se reemplaza la savia de las flores con una solución a base de glicerina, agua, estabilizantes y colorantes. Posteriormente, las flores se lavan y secan a temperatura controlada. Finalmente, se realiza un proceso de selección y control de calidad para eliminar cualquier defecto.
Las flores preservadas son una opción perfecta para aquellos que deseen disfrutar de la belleza de las flores durante mucho tiempo. Con los cuidados adecuados, estas flores pueden convertirse en un elemento decorativo duradero y rentable. Además, su proceso de creación garantiza que conserven su aroma, color y forma original. ¡Atrévete a decorar tu hogar con flores preservadas y disfruta de su belleza duradera!