El uso de glicerina vegetal es una forma estupenda para alargar la vida de las flores y hojas. Si bien hay que reconocer que no es fácil conseguir hacerlas del todo eternas, lo que sí es seguro es que durarán mucho más de lo que durarían sin aplicar esta técnica. Aquí te mostramos cómo hacerlo paso a paso para que logres los mejores resultados de la manera más sencilla posible. Vamos a ello.
¿Qué son las flores preservadas?
Las flores preservadas son flores naturales que han sido sometidas a algún tipo de proceso de conservación químico o técnico con el fin de que sus características duren más tiempo. Mientras que las flores secas adquieren una textura quebradiza característica, las flores preservadas conservan el tacto y flexibilidad natural de una flor fresca. Esto nos da la sensación de que siguen vivas. No obstante, en ambos casos el color puede verse alterado en mayor o menor medida dependiendo del método empleado para conservarlas. Todo esto significa que lo que en realidad define a las flores preservadas es su textura.
¿En qué consiste preservar flores con glicerina?
La técnica para preservar flores con glicerina consiste en sustituir por glicerina el agua almacenada en la sabia de las flores. Esto suele hacerse aprovechando la absorción de la propia flor. La glicerina o glicerol vegetal es una sustancia concentrada incolora, inodora y de consistencia espesa que se extrae del aceite de ciertas plantas como la palma a través de una técnica conocida como hidrólisis. En la industria de la floricultura, la glicerina se ha utilizado para preservar y alargar la vida útil de plantas, ramas, flores y hojas.
¿Dónde comprar glicerina vegetal para preservar flores?
La glicerina para preservar flores no es diferente a la glicerina vegetal comercial que se utiliza para cosmética. Se puede comprar en farmacias, parafarmacias, herbolarios y en la sección de droguería de grandes supermercados, tanto en establecimientos físicos como online.
Hacer flores preservadas en casa con glicerina
Si quieres conservar tus flores por mucho tiempo y sin que pierdan el color, sigue estos simples pasos para hacer flores preservadas con glicerina:
Paso 1: Preparar la flor o flores
Para comenzar con el proceso de preservación, debes arreglar las flores eliminando los pétalos, ramas y hojas que estén deterioradas o que no te gusten. Si no tienes mucha experiencia, es recomendable empezar con tallos sin muchas hojas y flores más pequeñas.
Paso 2: Cortar las flores
Después de arreglar las flores, debes cortar el tallo a una medida adecuada y de forma adecuada. Tener en cuenta que un tallo muy alto puede dificultar la absorción de la glicerina. Se recomienda que los tallos no superen los 25 cm de alto en total.
Paso 3: Primer baño (agua con sal)
Prepara una mezcla de agua y sal en un jarrón o recipiente alto. La proporción correcta es una cucharada sopera de sal por cada litro de agua. Introduce los tallos de las flores en la solución salina, asegurándote de que queden cubiertos por unos diez centímetros. Deja las flores en esta solución durante aproximadamente 24 horas.
Paso 4: Segundo baño (agua con glicerina)
Prepara una mezcla de agua y glicerina en la proporción que prefieras (1/2 o 1/1). Calienta el agua para facilitar la disolución de la glicerina. Luego, introduce las flores en la solución con glicerina y déjalas ahí durante al menos dos o tres días.
Paso 5: Colgado y finalización
Para asegurarte de que la glicerina ha llegado a todas las partes de la flor y que ya no contiene restos de agua, cuelga las flores boca abajo atadas con un cordón o hilo. Deja que las flores cuelguen en un lugar oscuro y completamente seco durante tres o cuatro días. Pasado este tiempo, tus flores estarán listas para ser disfrutadas durante mucho tiempo.
Ahora que conoces cómo preservar tus flores con glicerina, podrás disfrutar de su belleza y frescura por más tiempo. ¡Anímate a probar esta técnica y sorprende a todos con tus flores preservadas!