La Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar es sin duda uno de los actos más emblemáticos y populares de las Fiestas del Pilar. Cada 12 de octubre, miles de personas se congregan en Zaragoza para rendir homenaje a la patrona de los aragoneses y de la comunidad hispana. Durante todo el día, los participantes desfilan ante la Virgen depositando millones de flores a sus pies como muestra de devoción y agradecimiento.
- Antecedentes históricos
- Primera Etapa: Los inicios de la Ofrenda de Flores
- Segunda Etapa: La Ofrenda como símbolo de identidad aragonesa
- Tercera Etapa: Espectacularidad y crecimiento constante
- La imagen de la Ofrenda
- Origen de la ofrenda de la cruz de lorena a la Virgen del Pilar
- Orquídeas coromotanas: Un tributo desde Venezuela
- La imagen procesional de la Virgen del Pilar
- Consultas habituales sobre la Ofrenda de Flores
Antecedentes históricos
Los antecedentes de la Ofrenda de Flores se remontan a los años cuarenta del siglo XX, cuando el Camarín de la Virgen del Pilar se adornaba con flores durante las fiestas. Sin embargo, fue en 1958 cuando se introdujo oficialmente este acto en el programa de las Fiestas del Pilar. El concejal de fiestas Manuel Rodeles se inspiró en las ofrendas florales que se celebraban en el Levante español y decidió implementar una tradición similar en Zaragoza.
Primera Etapa: Los inicios de la Ofrenda de Flores
El 12 de octubre de 1958 se llevó a cabo la primera Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar. Durante dos horas, alrededor de 000 personas desfilaron ante la Virgen para depositar sus flores. Para esta primera edición, el Ayuntamiento adquirió miles de claveles en Tortosa. A partir de ese momento, la Ofrenda se convirtió en una tradición y en 1965 fue declarada fiesta de interés turístico nacional. A medida que pasaban los años, la participación y el número de flores aumentaban, demostrando el arraigo y éxito de este evento.
Segunda Etapa: La Ofrenda como símbolo de identidad aragonesa
Con la llegada de los Ayuntamientos democráticos, la Ofrenda de Flores adquirió un nuevo significado. Se convirtió en un acto de reafirmación de la identidad aragonesa y un compromiso de participación por parte de los zaragozanos. En 1980, más de 50.000 personas participaron en la Ofrenda, consolidándola como uno de los símbolos más importantes de las Fiestas del Pilar.
Tercera Etapa: Espectacularidad y crecimiento constante
En 1998, el cineasta Bigas Luna propuso cambiar la ubicación de la Ofrenda a otro ángulo de la Plaza del Pilar. Esta modificación resultó en un aumento de la espectacularidad y el tamaño de la Ofrenda. Actualmente, la superficie de manto de flores tejido tiene 55 metros de profundidad, 18 metros de anchura y más de 15 metros de altura. Durante las ocho horas que dura el desfile ininterrumpido, alrededor de 2000 oferentes a la hora depositan aproximadamente siete millones de flores.
La imagen de la Ofrenda
La imagen de la Ofrenda es impresionante. La réplica de la Virgen del Pilar mide más de 3 metros, incluyendo la altura de la corona y el manto. La estructura entera tiene una altura de unos 7 metros y está preparada para resistir el viento característico de Zaragoza. La Virgen se sitúa en el centro de la Plaza del Pilar, para que pueda ser vista desde todos los ángulos.
Origen de la ofrenda de la cruz de lorena a la Virgen del Pilar
La Ofrenda de la Cruz de Lorena a la Virgen del Pilar tiene un origen interesante. Esta cruz roja de doble barra es el símbolo mundial de la lucha antituberculosa desde 190La tradición de ofrendar esta cruz se remonta a los primeros años de la Ofrenda de Flores. Un enfermo ingresado en el Hospital General Royo Villanova propuso que el hospital ofreciera la Cruz de Lorena como ofrenda a la Virgen. La primera vez que se realizó esta ofrenda fue el 12 de octubre de 1960, por parte de la Reina de las Fiestas de ese año. Actualmente, una asociación llamada asociación cruz de lorena se encarga de mantener viva esta tradición.
Orquídeas coromotanas: Un tributo desde Venezuela
Otra tradición que se ha sumado a la Ofrenda de Flores es la de las Orquídeas Coromotanas. Esta tradición nació en 1971 en Píritu, estado Portuguesa, Venezuela. Consiste en el envío de un ramo de orquídeas naturales como homenaje de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, a la Virgen del Pilar. El ramo de flores, entrelazado con una cinta tricolor en alusión a la Bandera Nacional de Venezuela, es bendecido y enviado como una ofrenda de paz y unión.
La imagen procesional de la Virgen del Pilar
La imagen procesional de la Virgen del Pilar es una obra de arte en plata dorada, enriquecida con joyas antiguas. Fue realizada por Miguel Cubeles en 1620 y se conserva en el armario-joyero de la sacristía mayor del Pilar. Durante las grandes solemnidades, se coloca ante el altar mayor sobre una gradería de plata. Esta imagen es elegante y esbelta, adornada con pedrerías y perlas.
La Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar es un acto de devoción y amor a la patrona de los aragoneses. A lo largo de los años, ha crecido en espectacularidad y participación, convirtiéndose en uno de los eventos más importantes de las Fiestas del Pilar. La tradición de ofrendar flores y otros símbolos a la Virgen ha trascendido fronteras, como en el caso de la Cruz de Lorena y las Orquídeas Coromotanas. Sin duda, la Ofrenda de Flores es un tributo emocionante que une a miles de personas en un gesto de fe y gratitud hacia la Virgen del Pilar.
Consultas habituales sobre la Ofrenda de Flores
- ¿Cuándo se realiza la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar?
- ¿Dónde se lleva a cabo la Ofrenda de Flores?
- ¿Cuál es el origen de la tradición de ofrendar la Cruz de Lorena?
- ¿Qué es la Asociación Cruz de Lorena?
- ¿Cómo surgió la tradición de las Orquídeas Coromotanas?
- ¿Cuál es la historia de la imagen procesional de la Virgen del Pilar?
La Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar es un evento único que representa la devoción y el amor de los aragoneses hacia su patrona. Es una tradición que ha perdurado a lo largo de los años y que sigue emocionando a todos los que participan en ella. La belleza de las flores y la espectacularidad de la Ofrenda hacen de este acto una experiencia inolvidable. Sin duda, los horarios de flores son un tributo especial a la Virgen del Pilar que merece ser presenciado y admirado.