La aparición de las plantas con flores, conocidas como angiospermas, es uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la evolución de la vida en el planeta. Estas plantas no solo aparecieron de manera súbita en el registro fósil, contradiciendo las creencias de Charles Darwin sobre un proceso lento y gradual, sino que también prosperaron rápidamente en su ambiente y se convirtieron en las plantas dominantes. Aunque aún existen incógnitas sobre cómo se produjo exactamente este evento biológico, nuevos hallazgos científicos nos acercan más a la respuesta.
El fósil de Gansufructus saligna
Recientemente se ha descubierto un fósil en un yacimiento del noroeste de China que podría contribuir a resolver parte del misterio del origen de las flores. Se trata de una especie de angiosperma desconocida hasta ahora, llamada Gansufructus saligna. Los restos fósiles encontrados son excepcionalmente bien preservados, incluyendo tallos ramificados, hojas y frutos. Esta planta era pequeña, de apenas unos centímetros de largo, con 3 o 4 ramas y hojas alternadas similares a las de los sauces. Los frutos están formados por conjuntos de carpelos, los órganos reproductivos de la planta, y están muy bien conservados. Este fósil es el más antiguo conocido de una eudicota, uno de los tipos de angiospermas más abundantes en la actualidad.
El descubrimiento de este fósil es especialmente relevante porque China se considera un posible lugar de origen de las flores. Se cree que las plantas floradas pudieron haberse originado en diferentes regiones del entorno, como la región ártica, el sudeste o el este de Asia, Sudamérica o África, y que China pudo haber sido un puente para la transmisión de las flores a otros lugares. Además, las primeras flores se dispersaron rápidamente por todo el planeta en tan solo 40 millones de años, colonizando diversos hábitats terrestres. Por lo tanto, el papel de China en el origen y la dispersión de las flores es un tema de gran interés para los científicos.
El árbol genealógico de las angiospermas
Otro hallazgo reciente publicado en la revista nature ha proporcionado más pistas sobre el origen de las flores. Investigadores de diferentes partes del entorno han descrito restos fósiles de plantas extintas que datan de hace aproximadamente 120 millones de años. Estos fósiles muestran una variedad morfológica y una calidad de preservación suficiente como para construir un árbol de relaciones entre los diferentes tipos de plantas primitivas.
El estudio de estos fósiles ha permitido explicar el desarrollo del tegumento típico de las semillas de las angiospermas, conocido como episperma. Sin embargo, aún no se ha encontrado una explicación clara sobre cómo se generó la capa protectora conocida como ovario, que rodea colectivamente a todas las semillas en las flores y da origen al fruto. Este es uno de los misterios que continúa desafiando a los científicos y que requiere más investigación.
El abominable misterio de Darwin
Charles Darwin se refería al origen de las flores como un misterio abominable. Aunque se han realizado importantes avances en la comprensión de este fenómeno a través de los hallazgos fósiles, todavía quedan muchas preguntas sin respuesta. La rápida dispersión y la producción masiva de frutos por parte de las angiospermas fueron eventos cruciales en la historia de la vida en la Tierra, y comprender cómo ocurrieron es fundamental para comprender la evolución de las plantas y los ecosistemas actuales.
Los recientes descubrimientos de fósiles en China y otros lugares del entorno nos acercan cada vez más a desentrañar el origen de las flores. Aunque aún hay aspectos sin resolver, como la formación del ovario, estos hallazgos proporcionan valiosa información sobre la morfología y la diversidad de las primeras angiospermas. La investigación continua en este campo es crucial para completar el rompecabezas y comprender plenamente cómo un suelo aburrido y gris se transformó en la base de una flora multicolor y nutritiva.