La flor de ceibo, también conocida como seibo, seíbo o bucaré, es una especie emblemática de Argentina. Fue declarada flor nacional por decreto del Poder Ejecutivo en 194Este árbol de pequeño porte, que puede alcanzar una altura de hasta 10 metros, se encuentra principalmente en las riberas del Paraná y el Río de la Plata, así como en zonas cercanas a ríos, lagos y pantanos.
La leyenda de Anahí
La leyenda de la flor del ceibo está protagonizada por Anahí, una indiecita guaraní que vivía en las riberas del Paraná. Anahí era conocida por su fealdad, pero su voz y sus canciones inspiradas en los dioses y el amor a su tierra eran admiradas por su tribu. Sin embargo, la llegada de los conquistadores españoles cambió su vida para siempre.
Los invasores arrasaron las tribus y les arrebataron sus tierras y su libertad. Anahí fue capturada junto con otros indígenas y llevada como prisionera. Durante su cautiverio, Anahí pasó muchas noches llorando y en vigilia, hasta que finalmente decidió escapar. En su huida, tuvo que enfrentarse a un centinela, y para lograr su objetivo, hundió un puñal en el pecho del guardia.
La indiecita logró escapar, pero su libertad fue efímera. Los españoles la persiguieron y la alcanzaron rápidamente. Como venganza por la muerte del centinela, Anahí fue condenada a morir en la hoguera. Atada a un árbol, el fuego comenzó a consumirla, pero en lugar de desaparecer, Anahí se fue convirtiendo en un árbol de ceibo, en un asombroso milagro.
Al amanecer, los soldados se encontraron con la sorprendente imagen de un hermoso árbol de hojas verdes relucientes y flores rojas aterciopeladas. El ceibo se convirtió en un símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.
El árbol nacional de Argentina
El ceibo es el árbol nacional de Argentina. Esta especie, cuyo nombre científico es Erythrina crista-galli, es originaria de América y se encuentra principalmente en el Litoral argentino, Uruguay, Brasil y Paraguay. Su altura oscila entre los 6 y 10 metros, y su corteza es de color pardo grisáceo y muy rugosa.
El ceibo florece entre los meses de octubre y abril, y sus flores de color rojo intenso son muy llamativas. Además de su valor ornamental, estas flores se utilizan para teñir telas debido a su vistosidad. Por otro lado, la madera del ceibo, blanca amarillenta y muy blanda, se utiliza para fabricar artículos de peso reducido.
La declaración de la flor nacional
La flor del ceibo fue declarada Flor Nacional Argentina por decreto en 194Antes de esta declaración, se consideró la magnolia como posible candidata, pero fue descartada por ser una especie exótica. La elección del ceibo como flor nacional resalta su importancia cultural y simbólica para el país.
La canción de Anahí
La leyenda de Anahí ha inspirado una canción llamada anahí compuesta por Osvaldo Sosa Cordero, un músico y poeta correntino. Esta canción, interpretada por Ramona Galarza, cuenta la historia de valentía y sacrificio de Anahí, y cómo se convirtió en un árbol de ceibo en medio de las llamas.
La letra de la canción evoca la belleza y la fortaleza de Anahí, y cómo su legado perdura en la flor rubí del ceibo. La canción se ha convertido en un símbolo de la leyenda y ha contribuido a mantener viva la historia de Anahí y la flor del ceibo en la cultura popular.
La leyenda de la flor del ceibo es una historia de valentía y fortaleza que ha sido transmitida de generación en generación. El ceibo, árbol nacional de Argentina, representa el espíritu indomable de Anahí y su tribu guaraní frente a la adversidad. La belleza y el simbolismo de esta flor han llevado a su declaración como flor nacional y han inspirado canciones y poemas que mantienen viva la historia de Anahí y su transformación en un árbol de ceibo.