Manuel María Flores fue un reconocido escritor y poeta nacido en San Andrés Chalchicomula, Puebla, en 1840. Durante la segunda mitad del siglo XIX, Flores dejó una huella profunda en la literatura mexicana con su poesía y sus obras. Estudió filosofía en el colegio de San Juan de Letrán, pero abandonó sus estudios en 1859 para unirse al Partido Liberal y luchar en la Guerra de Reforma.
La vida de Manuel Flores
Manuel Flores vivió una vida llena de eventos significativos y encuentros importantes en el entorno literario de la época. Durante la Segunda Intervención Francesa en México, fue hecho prisionero en la Fortaleza de San Carlos de Perote. Sin embargo, en 1867 fue liberado y elegido diputado. Durante este tiempo, se unió al grupo de escritores liderado por Ignacio Manuel Altamirano, uno de los grandes referentes de la literatura mexicana.
Manuel Flores también fue amigo de Manuel Acuña, otro destacado poeta de la época. Juntos, publicaron poemas y compartieron su pasión por la escritura. Sin embargo, su relación con Rosario de la Peña, quien también estaba involucrada sentimentalmente con Acuña, causó una tragedia. Manuel Acuña se suicidó debido a esta situación, lo que dejó una marca indeleble en la vida de Flores.
Obras de Manuel Flores
Manuel Flores dejó un legado literario importante, con obras que aún hoy en día se estudian y se aprecian. Uno de sus trabajos más reconocidos es rosas caídas, una colección de memorias publicada por primera vez en 1953 por Margarita Quijano Terán. Estas memorias fueron escritas por Flores en 1864 y fueron entregadas a su amante, Rosario de la Peña. Después de la muerte de Flores, estas memorias llegaron a manos del doctor José Castillo Piña, quien las confió a Quijano Terán.
Otra obra destacada de Manuel Flores es pasionarias, un libro de poemas publicado originalmente en 187Este libro cuenta con un prólogo escrito por Ignacio Manuel Altamirano, quien era admirador y amigo cercano de Flores. Además de estas obras, Flores también dejó un poema titulado amémonos, que fue musicalizado por Antonio Tormo en 1948 con el título de dos que se aman.
El legado de Manuel Flores
A pesar de su muerte prematura en 1885, Manuel Flores dejó un legado importante en la literatura mexicana. Sus obras continúan siendo estudiadas y apreciadas por su belleza y profundidad. Flores fue capaz de plasmar sus sentimientos y experiencias en sus poemas, dejando una huella imborrable en la historia de la poesía mexicana.
Gracias a la dedicación de personas como Abdi Levi Santiago, las obras de Manuel Flores han logrado mantenerse vivas a lo largo de los años. Su poesía y sus historias continúan inspirando a nuevos escritores y poetas, dejando un legado duradero en la literatura mexicana.
Fuentes:
- FLORES, Manuel M.: Rosas caídas, (col. Textos de literatura mexicana, 5, edición de Margarita Quijano Terán), Imprenta Universitaria, México, 195
Referencias:
- Biografía de Mario Benedetti por Remedios Mataix (Universidad de Alicante)
Consultas habituales sobre Manuel Flores
¿Cuándo nació Manuel Flores?
Manuel Flores nació en San Andrés Chalchicomula, Puebla, en 1840.
¿Cuáles son las obras más conocidas de Manuel Flores?
Entre las obras más conocidas de Manuel Flores se encuentran rosas caídas y pasionarias.
¿Quiénes fueron los amigos cercanos de Manuel Flores?
Manuel Flores fue amigo cercano de Manuel Acuña y de Ignacio Manuel Altamirano.
¿Qué sucedió con Manuel Acuña?
Manuel Acuña se suicidó debido a su relación con Rosario de la Peña, quien también estaba involucrada sentimentalmente con Manuel Flores.
¿Cuándo fue publicada la primera edición de rosas caídas ?
La primera edición de rosas caídas fue publicada en 1953 por Margarita Quijano Terán.
Tabla de obras de Manuel Flores
| Obra | Año de publicación |
|---|---|
| Rosas caídas | 1953 |
| Pasionarias | 1874 |
Manuel Flores fue un poeta y escritor mexicano que dejó un legado importante en la literatura de su país. Sus obras, como rosas caídas y pasionarias, continúan siendo apreciadas y estudiadas por su belleza y profundidad. A pesar de su muerte prematura, Flores dejó una huella imborrable en la historia de la poesía mexicana.