Flora residente: funciones, importancia y lavado de manos

La flora residente se refiere a los microorganismos que viven de forma permanente en la piel y mucosas de una persona sin causarle daño. Estos microorganismos se encuentran en las capas más profundas de la piel y tienen poco potencial patogénico. La flora residente es diferente en cada individuo y puede variar según la zona del cuerpo.

Índice de Contenido

¿Cómo se adquiere la flora residente?

La flora residente se adquiere a lo largo de nuestra vida, principalmente durante el parto y los primeros años de vida. Durante el parto, el bebé entra en contacto con la flora vaginal de la madre, lo que le proporciona sus primeros microorganismos residentes. A medida que crecemos, nuestra flora residente se va estableciendo y adaptando a nuestro entorno.

Además del parto, la flora residente también puede adquirirse por el contacto con otras personas y animales, así como con el entorno. El contacto con superficies contaminadas y el intercambio de microorganismos con otras personas son formas comunes de adquirir nuevos microorganismos residentes.

Importancia de la flora residente

La flora residente cumple diversas funciones en nuestro organismo. Estos microorganismos ayudan a protegernos de la colonización de microorganismos patógenos, ya que ocupan los espacios disponibles en la piel y mucosas, impidiendo que los patógenos se adhieran y se multipliquen.

Además, la flora residente contribuye al equilibrio del sistema inmunológico y participa en la síntesis de vitaminas y otros compuestos beneficiosos para nuestro organismo. También se ha observado que la flora residente puede influir en nuestra salud mental y emocional.

¿Qué microorganismos forman parte de la flora residente?

La flora residente está compuesta por una amplia variedad de microorganismos, incluyendo bacterias, virus, hongos y otros organismos. Algunos de los microorganismos más comunes en la flora residente son:

  • Staphylococcus epidermidis: una bacteria que se encuentra de forma común en la piel y mucosas y que tiene propiedades antimicrobianas.
  • Corynebacterium spp.: un género de bacterias que se encuentra en la piel y mucosas y que contribuye a mantener el equilibrio de la flora residente.
  • Propionibacterium acnes: una bacteria que se encuentra en los folículos pilosos y que está relacionada con el acné.
  • Candida spp.: un género de hongos que se encuentra en la piel y mucosas y que puede causar infecciones cuando hay un desequilibrio en la flora.
  • Herpes simplex virus: un virus que puede estar presente en la piel y mucosas y que puede causar infecciones recurrentes, como el herpes labial.

Importancia del lavado de manos para el control de la flora residente

El lavado de manos es una de las medidas más importantes para prevenir la transmisión de microorganismos, tanto patógenos como parte de la flora residente, de una persona a otra. El lavado de manos adecuado y frecuente ayuda a reducir el riesgo de infecciones y enfermedades.

Es importante destacar que el lavado de manos debe realizarse de forma correcta, utilizando agua y jabón o soluciones desinfectantes, y siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias. El lavado de manos debe realizarse antes y después de realizar ciertas actividades, como el contacto con alimentos, la manipulación de medicamentos, el cuidado de heridas y el contacto con personas enfermas.

El lavado de manos es especialmente importante en entornos de atención médica, donde los profesionales de la salud están expuestos a una mayor cantidad de microorganismos, incluyendo aquellos que forman parte de la flora residente. El lavado de manos adecuado ayuda a prevenir la transmisión de microorganismos multirresistentes y reduce el riesgo de infecciones intrahospitalarias.

Técnicas de lavado de manos

Existen diferentes técnicas de lavado de manos que se utilizan en función de la situación y los microorganismos que se pretenden eliminar. Algunas de las técnicas más comunes son:

Lavado social o higiénico:

Este tipo de lavado de manos se realiza con agua y jabón neutro y tiene como objetivo eliminar la suciedad y los microorganismos que se encuentran en las capas más superficiales de la piel. Es el tipo de lavado de manos que se realiza en la vida diaria, por ejemplo, antes de comer o después de ir al baño.

Lavado de manos con jabón antiséptico:

Este tipo de lavado de manos se realiza con jabón antiséptico, como la clorhexidina al 4% o la povidona yodada al 7,5%. Se utiliza en situaciones en las que se requiere una mayor eliminación de microorganismos, como en entornos hospitalarios o cuando se tiene contacto con personas enfermas.

Desinfección de manos con solución hidroalcohólica:

Esta técnica de lavado de manos se realiza con soluciones desinfectantes a base de alcohol. Es rápida y eficaz para eliminar la mayoría de los microorganismos, incluyendo virus y bacterias. Se utiliza cuando no se dispone de agua y jabón o cuando se necesita una desinfección rápida de las manos.

Antisepsia quirúrgica:

Esta técnica se utiliza antes de realizar procedimientos quirúrgicos y consiste en un lavado de manos con jabón antiséptico seguido de la esterilización con solución hidroalcohólica. Es fundamental para prevenir la contaminación del sitio quirúrgico por microorganismos presentes en las manos del equipo médico.

Recomendaciones para mejorar el lavado de manos

Para mejorar la práctica del lavado de manos, se han establecido una serie de recomendaciones por parte de las autoridades sanitarias. Algunas de estas recomendaciones son:

  • Motivación: Es importante concienciar a las personas sobre la importancia del lavado de manos y los beneficios que conlleva para la salud.
  • Educación: Es necesario proporcionar información y formación sobre las técnicas adecuadas de lavado de manos.
  • Accesibilidad: Deben existir suficientes dispensadores de jabón y soluciones desinfectantes en lugares estratégicos para facilitar el lavado de manos.
  • Recordatorios: Es útil colocar recordatorios visuales en lugares visibles para recordar a las personas la importancia de lavarse las manos.
  • Supervisión y cumplimiento: Es necesario supervisar y evaluar el cumplimiento de las medidas de lavado de manos, especialmente en entornos de atención médica.

La flora residente es la comunidad de microorganismos que viven en nuestra piel y mucosas de forma permanente. Estos microorganismos desempeñan funciones importantes para nuestra salud y protección contra patógenos. El lavado de manos adecuado y frecuente es fundamental para prevenir la transmisión de microorganismos y reducir el riesgo de infecciones. Es importante seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y practicar técnicas de lavado de manos adecuadas para mantener una flora residente equilibrada y saludable.

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