Cultivo de flores ornamentales

Las flores ornamentales son plantas que se cultivan y se comercializan con fines decorativos debido a sus características estéticas, como flores, hojas, perfume, follaje peculiar, frutos o tallos. Estas plantas son utilizadas en jardines, diseños paisajísticos, como plantas de interior o para flor cortada. Su cultivo, conocido como floricultura, es una parte importante de la horticultura y ha ganado relevancia con el desarrollo económico de la sociedad y el aumento de áreas ajardinadas en las ciudades.

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Comercio de plantas ornamentales

La producción de plantas ornamentales se divide en tres grupos. El mercado mundial ofrece una amplia variedad de especies en función de las tendencias de compra de los consumidores, que buscan variedad y calidad máxima. Para que una planta tenga valor comercial, debe cumplir ciertos requisitos, como resistencia a condiciones de cultivo adversas, tolerancia al suelo, riego o luz inadecuados, o a enfermedades y plagas.

La modificación genética de especies ha permitido desarrollar plantas que cumplen con estos requisitos. La investigación científica y el uso de tecnología han estudiado el impacto de compuestos químicos en los procesos vitales de las plantas, el cultivo en invernaderos bajo condiciones controladas de luz y temperatura, y la creación de cultivares e híbridos genéticamente modificados para obtener plantas más compactas, con mayor duración de floración, flores más grandes y vistosas, y colores más vivos.

Tipos de plantas ornamentales

De las 35,000 plantas utilizadas por los seres humanos, aproximadamente 28,000 se utilizan con fines ornamentales. Además de las plantas específicamente cultivadas para este propósito, ciertos árboles cultivados para uso alimentario, como el naranjo, cerezo o almendro, también se pueden utilizar con fines ornamentales debido a su vistosidad en floración, porte o follaje.

Ecología

La domesticación de plantas a gran escala puede tener un impacto en la biodiversidad al generar una selección artificial de especies. Al proteger ciertas plantas para adaptarse a los requerimientos humanos, se pueden generar cambios en la composición de las especies en un ecosistema. Tener en cuenta este aspecto y buscar un equilibrio entre la producción de plantas ornamentales y la conservación de la biodiversidad.

La siembra de árboles y arbustos ornamentales se realiza preferiblemente en otoño o principios de primavera. Las plantas en maceta son menos exigentes, ya que la bola de la raíz no se altera durante la siembra y las raíces están listas para extenderse. Sin embargo, las plantas con raíces desnudas tienen un mayor riesgo de deshidratarse rápidamente, especialmente si se siembran en verano.

Preparación del suelo

Antes de la siembra, es importante limpiar el lugar de malezas, césped o flores que puedan competir con la nueva planta y absorber la humedad y los nutrientes del suelo.

Preparación del agujero de siembra

El agujero de siembra debe tener al menos el doble del ancho y la profundidad de la bola de la raíz de la planta. Esto permite rellenar el espacio alrededor de la planta con compost o suelo suelto para facilitar el desarrollo de las raíces.

Siembra de la planta

Después de retirar la planta de la maceta, se coloca en el centro del agujero y se rellena con una mezcla de compost y tierra. Es importante dejar una depresión alrededor de la planta para que el agua pueda acumularse.

Riego

Después de la siembra, se debe regar la planta generosamente. En verano y en condiciones secas, es necesario regar cada pocos días para asegurar que la planta reciba suficiente agua.

El cultivo de flores ornamentales es una actividad que combina el aspecto estético con el cuidado de las plantas. Con los conocimientos adecuados y las condiciones óptimas, es posible disfrutar de hermosas flores y plantas ornamentales en jardines, interiores y diseños paisajísticos.

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