Flor de Jericó en Agua: Cuidados y Características

La flor de Jericó, también conocida como rosa de Jericó, es una planta sorprendente y única que puede sobrevivir en condiciones extremas de sequía. Originaria de los desiertos de Palestina, Arabia y Egipto, esta planta pertenece a la familia Brassicaceae y cuenta con adaptaciones especiales que le permiten retraerse y revivir cuando encuentra agua nuevamente. En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre cómo mantener la rosa de Jericó en agua y los cuidados que requiere.

Índice de Contenido

Características de la rosa de Jericó

La rosa de Jericó, científicamente conocida como Anastatica hierochuntica, es una planta pequeña que rara vez crece más de 15 cm de altura. Su mayor distintivo es su capacidad de adaptación a la sequía. Cuando la planta se encuentra en un clima seco, retrae sus raíces y su parte aérea, formando una bola seca que parece muerta. Esta adaptación le permite ser transportada por el viento hasta encontrar una zona más húmeda, donde puede revivir y recuperar su vitalidad.

La rosa de Jericó ha sido considerada una planta mágica y sagrada en las culturas de Palestina, Arabia y Egipto. Se utilizaba en rituales de purificación y adivinación. Su capacidad de revivir después de años en estado seco la convierte en una planta fácil de cuidar y perfecta para jardineros principiantes.

Ubicación y clima para la rosa de Jericó

La rosa de Jericó está adaptada a los climas secos y calurosos de los desiertos, por lo que puede resistir la luz directa del sol. Necesita al menos 8 horas de luz al día, ya sea luz directa o indirecta pero abundante. Sin embargo, no tolera las heladas, por lo que es importante mantenerla en temperaturas superiores a los 16 ºC.

Una curiosidad de la rosa de Jericó es que se puede cultivar de forma especial: completamente sumergida en agua. Esto significa que se puede mantener en un estanque o pecera, cambiando el agua de forma regular. La planta puede sobrevivir de esta manera y no se puede regar en exceso.

Riego para la rosa de Jericó

El riego de la rosa de Jericó en maceta varía según el clima y la estación del año. En los meses más cálidos, es recomendable regarla de 2 a 3 veces por semana para evitar que entre en su fase de sequía y se mantenga verde y hermosa. En climas más húmedos, los riegos pueden ser más espaciados. También es común colocar un plato debajo de la maceta y llenarlo de agua para que la planta absorba la humedad a través de los agujeros de drenaje.

En climas especialmente cálidos o secos, se puede pulverizar agua sobre las hojas una o dos veces al día, además de los riegos regulares. Sin embargo, cuando se trata de mantener la rosa de Jericó en agua, solo es necesario cambiar el agua regularmente para mantenerla viva.

Abono y sustrato para la rosa de Jericó

La rosa de Jericó no requiere un abonado frecuente, pero aportarle nutrientes puede ayudar a mantenerla fuerte y floreciente. Se recomienda utilizar fertilizante orgánico, como humus de lombriz o compost, al comienzo de la primavera. Con un aporte anual será suficiente, no es necesario realizar aplicaciones más regulares.

En cuanto al sustrato, la rosa de Jericó puede crecer en diferentes tipos de suelo, incluso en suelos ácidos. Sin embargo, para proporcionarle las mejores condiciones, se recomienda utilizar un sustrato suelto, aireado y ligero, enriquecido con materia orgánica como humus de lombriz. Una mezcla universal de turba, fibra de coco y humus en partes iguales funcionará perfectamente.

La rosa de Jericó es una planta maravilloso que puede sobrevivir en condiciones de sequía extrema. Su capacidad de revivir después de años en estado seco la convierte en una planta fácil de cuidar. Puede resistir el sol directo y necesita al menos 8 horas de luz al día. En cuanto al riego, se recomienda regarla de 2 a 3 veces por semana en los meses más cálidos y espaciar los riegos en climas más húmedos. También es posible mantenerla completamente sumergida en agua, cambiando el agua regularmente. No requiere un abonado frecuente, pero se puede utilizar fertilizante orgánico al comienzo de la primavera. En cuanto al sustrato, puede crecer en diferentes tipos de suelo, pero se recomienda utilizar un sustrato suelto y enriquecido con materia orgánica.

Consultas habituales

  • ¿La rosa de Jericó es una planta de interior o de exterior?
  • La rosa de Jericó puede ser cultivada tanto en interior como en exterior, siempre y cuando reciba suficiente luz y se mantenga en una temperatura por encima de los 16 ºC.

  • ¿Cuántas veces debo regar la rosa de Jericó en maceta?
  • En los meses más cálidos, se recomienda regar la rosa de Jericó de 2 a 3 veces por semana. En climas más húmedos, los riegos pueden ser más espaciados.

  • ¿Puedo mantener la rosa de Jericó en agua?
  • Sí, es posible mantener la rosa de Jericó completamente sumergida en agua. Solo es necesario cambiar el agua regularmente para mantenerla viva.

  • ¿Necesito abonar la rosa de Jericó?
  • No es necesario abonar la rosa de Jericó con frecuencia. Un aporte anual de fertilizante orgánico al comienzo de la primavera será suficiente.

Tabla de cuidados para la rosa de Jericó

Cuidado Descripción
Ubicación Luz directa o indirecta durante al menos 8 horas al día
Temperatura Por encima de los 16 ºC, no tolera las heladas
Riego 2-3 veces por semana en los meses más cálidos, riegos espaciados en climas húmedos
Abono Fertilizante orgánico al comienzo de la primavera
Sustrato Suelto, aireado y ligero, enriquecido con materia orgánica

La rosa de Jericó es una planta maravilloso que puede ser cultivada en macetas y mantenerse en agua. Sus cuidados son relativamente sencillos y es una planta perfecta para aquellos que buscan una planta resistente y única para su hogar o jardín.

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