La Flor de Tomate: Conocimientos básicos del cultivo del tomate

El tomate, científicamente conocido como Lycopersicon esculentum Mill, es una planta originaria de la planicie costera occidental de América del Sur. Fue introducido en Europa a mediados del siglo XVI y desde entonces se ha cultivado comercialmente tanto para consumo en fresco como para la industria. Existen diferentes variedades de tomate, pero la más cultivada es el L. esculentum.

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Planta de tomate: características y hábitos de crecimiento

La planta de tomate puede presentar dos hábitos de crecimiento diferentes: determinado e indeterminado. La planta indeterminada es la más común y se caracteriza por tener un crecimiento extensivo, desordenado y sin límite. Por otro lado, la planta determinada tiene un crecimiento limitado, con tallos que presentan progresivamente menos hojas por inflorescencia.

La semilla del tomate es aplanada y de forma lenticelar, con un porcentaje de germinación por encima del 95%. La germinación de la semilla comprende tres etapas: rápida absorción de agua, reposo y crecimiento. La temperatura óptima para la germinación oscila entre los 20 y 25ºC.

El sistema radicular del tomate puede alcanzar una profundidad de hasta 2 metros, con una raíz pivotante y muchas raíces secundarias. Sin embargo, en ciertas condiciones de cultivo, se daña la raíz pivotante y la planta desarrolla un sistema radicular fasciculado.

Los tallos del tomate son ligeramente angulosos, semileñosos y con tricomas (pilosidades) simples y glandulares. Las hojas son compuestas e imparipinnadas, con foliolos peciolados y lobulados. Las flores del tomate son perfectas, de color amarillo, y se agrupan en inflorescencias denominadas racimos. El fruto del tomate es una baya bi o plurilocular que puede alcanzar un peso de hasta 600 gramos.

Etapas fenológicas del tomate

El cultivo del tomate se divide en tres etapas fenológicas: inicial, vegetativa y reproductiva. La etapa inicial comienza con la germinación de la semilla y se caracteriza por el rápido aumento en la materia seca de la planta. La etapa vegetativa se inicia aproximadamente 21 días después de la germinación y dura entre 25 y 30 días antes de la floración. Por último, la etapa reproductiva se inicia a partir de la fructificación y dura entre 30 y 40 días.

Floración del tomate

La flor del tomate es perfecta y consta de 5 o más sépalos, 5 o más pétalos y de 5 a 6 estambres. Las flores se agrupan en inflorescencias de tipo racimo. Las variedades de tomate de crecimiento determinado inician su floración entre los 55 y 60 días después de la siembra, mientras que las de crecimiento indeterminado lo hacen entre los 65 y 75 días.

Para que ocurra una buena fecundación de los frutos, se requiere que la temperatura nocturna sea inferior a la diurna, en aproximadamente 6ºC. La temperatura nocturna óptima oscila entre los 13 y 26ºC. El inicio de la fructificación ocurre entre los 60 y 65 días después de la siembra, y la primera cosecha puede realizarse entre los 75 y 80 días en variedades de crecimiento determinado y entre los 85 y 90 días en variedades de crecimiento indeterminado.

Factores que influyen en la floración del tomate

La floración del tomate está influenciada por varios factores, entre ellos el clima y el suelo. El tomate es una especie de estación cálida y se desarrolla mejor en climas secos con temperaturas moderadas. La humedad relativa óptima para el desarrollo del tomate varía entre un 60% y un 80%. El suelo ideal para el cultivo de tomate es profundo, de texturas medias, permeable y con un pH entre 5,5 y 6,

Cómo estimular la floración del tomate

Para estimular la floración del tomate y asegurar una buena producción de frutos, se recomienda la aplicación de bioestimulantes como KyneticEste bioestimulante fortalece la estructura floral, promueve la producción de polen y optimiza los procesos de polinización y fecundación. Además, Kynetic4 ayuda a cubrir la demanda energética extraordinaria de la planta durante la floración.

La floración del tomate es un proceso crucial en el cultivo de esta planta. Conociendo los factores que influyen en este proceso y utilizando bioestimulantes adecuados, se puede asegurar una buena producción de frutos de calidad.

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