La meseta de Misiones se encuentra en el extremo norte de Argentina, entre los paralelos 25º y 28º de Latitud Sur y los meridianos 53º y 56º de Longitud Oeste. Esta región es parte de la Mesopotamia argentina y está rodeada por los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay. La meseta misionera es una gran área que combina areniscas mesozoicas con basaltos, y presenta un relieve disectado por los ríos que descienden de sus bordes. En la parte noroeste, la meseta se convierte en una altiplanicie, mientras que en el suroeste se transforma en una peniplanicie de suaves ondulaciones.
Suelo y clima
Uno de los rasgos más distintivos del paisaje misionero es el color de los suelos, que varían desde tonos rojizos intensos hasta tonos más suaves y rosados. Estos suelos se forman a partir de la alteración de los basaltos y se combinan con un clima subtropical cálido y húmedo, sin estación seca. Las lluvias son abundantes durante todo el año, aunque también pueden cesar repentinamente, dando lugar a días soleados. Durante los meses de junio, julio y agosto, las temperaturas pueden descender a alrededor de 9ºC, pero durante el resto del año, especialmente en verano, las temperaturas pueden superar los 32ºC.
La selva misionera
La selva misionera es una reserva florística única en Argentina y cubre aproximadamente el 35% del territorio de Misiones. Sin embargo, debido a la deforestación indiscriminada y la expansión de la población, solo quedan alrededor de 920,000 hectáreas de selva nativa. Es fundamental tomar conciencia de esta disminución y apoyar acciones en favor de la conservación del medio ambiente.
En la selva misionera se pueden encontrar diversas especies de árboles y plantas. Algunas de las más destacadas incluyen:
- Cedrela fissilis: También conocido como cedro misionero, es un árbol de gran tamaño con copas de hojas menudas.
- Tabebuia: Comúnmente conocido como lapacho, es un árbol que produce flores de colores vibrantes.
- Enterolobium contortisiliquum: Conocido como timbó, es un árbol de tamaño mediano con tallos delgados y erectos.
- Araucaria angustifolia: También conocido como pino Paraná, es un árbol de hoja perenne con forma cónica.
- Balfourodendron riedelianum: Conocido como guatambú, es un árbol de tamaño mediano con tallos delgados y hojas compuestas.
Estas son solo algunas de las muchas especies que se pueden encontrar en la selva misionera. Cada una de ellas contribuye a la riqueza y diversidad de la flora de esta región.
Conservación de la flora de la meseta misionera
Dada la importancia de la flora de la meseta misionera, es fundamental tomar medidas para proteger y conservar estas especies. Algunas de las acciones que se están llevando a cabo incluyen la creación de reservas naturales, la implementación de políticas gubernamentales para frenar la deforestación y la promoción de la conciencia ambiental en la población local.
Además, es importante destacar que la meseta misionera es un destino turístico popular debido a su belleza natural. El turismo responsable puede contribuir a la conservación de la flora al generar conciencia y apoyar económicamente los esfuerzos de conservación.
Consultas habituales
¿Cuál es la extensión de la meseta misionera?
La meseta misionera abarca una extensión de aproximadamente 29,800 kilómetros cuadrados.
¿Cuál es el clima de la meseta misionera?
El clima de la meseta misionera es subtropical cálido y húmedo, sin estación seca. Las temperaturas pueden variar, pero suelen ser más altas en verano y más bajas en invierno.
¿Qué especies de árboles se encuentran en la selva misionera?
En la selva misionera se pueden encontrar diversas especies de árboles, como el cedro misionero, el lapacho, el timbó, el pino Paraná y el guatambú, entre otros.
¿Cómo se puede contribuir a la conservación de la flora de la meseta misionera?
Se puede contribuir a la conservación de la flora de la meseta misionera apoyando políticas de conservación, visitando de manera responsable y promoviendo la conciencia ambiental.