El Parque Nacional Los Arrayanes, ubicado en la península de Quetrihué, al sur de la provincia del Neuquén en la Patagonia Argentina, es un tesoro natural que alberga una gran variedad de flora y fauna. Con una extensión de aproximadamente 12 hectáreas, este parque protege y preserva uno de los bosques de arrayanes más bellos del entorno.
El Arrayán: una joya de la flora patagónica
El arrayán, también conocido como quetri, cuthu o palo colorado, es la especie más característica y hermosa de la región lacustre de los Andes patagónicos. Pertenece a la familia de las mirtáceas y se destaca por su follaje persistente, lo que lo cataloga como un árbol siempre verde.
Estos árboles crecen en terrenos húmedos, especialmente en las riveras de los ríos y lagos. Pueden alcanzar alturas de 8 a 15 metros, con troncos retorcidos y ramificados. Su corteza de color canela o rojo ladrillo, producto de la concentración de tanino, es su rasgo distintivo. Su madera es de buena calidad y sus hojas son siempreverdes y aromáticas.
El arrayán florece a principios de enero hasta finales de marzo, siendo el último en hacerlo en comparación con otras especies. Sus flores pequeñas y blancas le dan un hermoso colorido al bosque en verano, además de un agradable perfume. Los frutos del arrayán son bayas esféricas de color negro-violáceo y carnosas, que contienen de dos a cuatro semillas pequeñas en su interior. Estos frutos son comestibles y tienen propiedades estimulantes y curativas.
Un ecosistema diverso y único
El Parque Nacional Los Arrayanes no solo alberga bosques de arrayanes, sino que también es hogar de otras especies vegetales y animales que conviven en armonía.
Entre los árboles que se encuentran en este ecosistema se encuentran el palo santo, el mañiú macho y hembra, el maitén, el laurel, el canelo, el tineo, el radal y la patagua, entre otros. En los mallines, una especie vegetal destacada es el pangue o nalca, mientras que cerca de los cursos de agua se puede encontrar la aljaba o chilco.
En cuanto a la fauna, el Parque Nacional Los Arrayanes alberga especies emblemáticas como el pudú, uno de los ciervos más pequeños del entorno, el huemul, en peligro de extinción, el huillín, el monito de monte y el zorro. También es posible avistar aves como el cóndor, diversas especies de águilas y halcones, el carpintero patagónico, la cotorra austral y la paloma araucana, entre otras.
Historia y conservación
El Parque Nacional Los Arrayanes fue creado en el año 1971 bajo la Ley Nacional 1292, con el objetivo de preservar y proteger este bosque único en el entorno. Sin embargo, su historia se remonta al año 1903, cuando el Perito Francisco Pascasio Moreno donó las tierras que conforman el parque.
En sus inicios, las márgenes del lago Nahuel Huapi estaban divididas en lotes pastoriles, pero gracias a su valor ecológico y paisajístico, se logró incorporar estas tierras al Parque Nacional Nahuel Huapi en la década de 1930. Luego, se decidió declarar este sector como Parque Nacional Los Arrayanes para asegurar su máxima protección y prevenir cualquier alteración o destrucción.
Analizando el parque
Para disfrutar plenamente del Parque Nacional Los Arrayanes, se recomienda seguir el circuito peatonal construido para preservar la vegetación y evitar daños al ecosistema. Este sendero tablonado permite adentrarse en el bosque y apreciar de cerca la belleza de los arrayanes. Es importante no salirse del sendero para proteger la flora y fauna del parque.
En el corazón del bosque se encuentra la Casita de Té, una cabaña de madera que ofrece bebidas, café, té, sandwiches, tortas y un delicioso chocolate caliente. Es el lugar perfecto para descansar y disfrutar de un momento tranquilo rodeado de la naturaleza.
El Parque Nacional Los Arrayanes es un destino imperdible para los amantes de la flora y fauna. Este tesoro natural alberga el único bosque de arrayanes transitable del entorno, donde se puede apreciar la belleza de estos árboles milenarios y la diversidad de especies que conviven en armonía. La historia y conservación de este parque lo convierten en un lugar único y especial en la Patagonia Argentina.