El potus, también conocido como poto, es una planta trepadora ampliamente utilizada en hogares de todo el entorno. Aunque su nombre común puede llevar a confusión, el Epipremnum aureum no pertenece al género Pothos. Esta planta es originaria de Nueva Guinea, Malasia e Indonesia y se caracteriza por sus hojas en forma de corazón y sus patrones amarillos. Aunque es difícil verla florecer, el potus es reconocido por su capacidad de purificar el aire, convirtiéndolo en una opción popular para aquellos que buscan plantas de interior.
Ubicación ideal para el potus
El potus se cultiva principalmente como planta de interior debido a su requerimiento de luz indirecta o tamizada. Aunque tolera ambientes iluminados, es importante evitar la exposición directa al sol, ya que esto puede dañar sus hojas. Si las hojas comienzan a perder sus patrones amarillos y se vuelven completamente verdes, es una señal de que la planta necesita una exposición más luminosa. Es importante evitar el ahilamiento, que se caracteriza por tallos largos y delgados sin hojas, ya que esto indica que la planta está tratando de alcanzar la luz.
Riego adecuado para el potus
El potus no es una planta exigente en cuanto a los riegos. Se recomienda regar solo cuando el sustrato esté seco más allá de la capa superficial. Es preferible quedarse corto en el riego que excederse, ya que el exceso de agua puede provocar pudrición en las raíces. Si la planta muestra signos de falta de agua, se recuperará rápidamente una vez que se riegue adecuadamente. Sin embargo, la recuperación de una planta con problemas de pudrición en las raíces puede ser más difícil. Para aumentar la humedad ambiental, se puede pulverizar agua sobre las hojas y tallos. También se puede colocar un plato con agua y guijarros alrededor de la planta, manteniendo el nivel del agua por debajo de los guijarros para evitar el encharcamiento.
Sustrato y fertilización del potus
El potus requiere un sustrato con buen drenaje para evitar la acumulación de humedad en las raíces. Una mezcla de turba, humus de lombriz y fibra de coco en partes iguales, junto con vermiculita y perlita, proporciona un sustrato aireado y rico en nutrientes. El potus responde bien a los fertilizantes orgánicos como el compost o el humus de lombriz, que se pueden aplicar cada 15 días en la base de la planta durante los meses cálidos. También se puede utilizar un fertilizante universal, siguiendo las instrucciones del fabricante. Es importante dejar que la planta descanse después de la aplicación del abono.
Trasplante del potus
El potus puede crecer rápidamente y necesitar un trasplante anual si la maceta se queda pequeña. La primavera es la mejor época para realizar el trasplante, aunque también se puede hacer en casos de exceso de riego o problemas de pudrición. Si las raíces comienzan a salir por los agujeros de drenaje, es necesario trasplantar la planta lo antes posible. Durante el trasplante, se recomienda utilizar una maceta ligeramente más grande y proporcionar un nuevo sustrato adecuado.
El potus es una planta de interior popular debido a su resistencia y capacidad para purificar el aire. Aunque no es una planta exigente en cuanto a los cuidados, es importante proporcionarle una ubicación adecuada con luz indirecta, regarla de manera moderada y utilizar un sustrato con buen drenaje. Además, el potus se beneficia de la fertilización regular y puede requerir trasplantes anuales si crece rápidamente. Con los cuidados adecuados, el potus puede lucir hermoso y saludable en cualquier hogar.